
El peor factor que destruye la motivación es la rutina.
Todos los días hacemos lo mismo, porque eso es lo que siempre hemos hecho. Es un círculo vicioso de la repetición de acciones y eventos que no conduce a ninguna parte (como el pez que intenta morderse la cola)
Casi todos nosotros, cada día seguimos un mismo esquema básico de vida: despertar, comer, trabajar, dormir, otra vez despertar, etc, repetitivamente.
Pero lo más triste es que la mayoría de las personas nunca se dan cuenta lo que está pasando porque están “robotizados”.
Llegamos a veces a estar como auto-programados para hacer lo mismo. Vivimos rutinariamente y lamentablemente pocos salen de su letargo. Algunos se dan cuenta cuando ya es demasiado tarde. Esa es la peor "astucia", pues así la rutina empieza a envolvernos y ganarnos la batalla.
La rutina se envuelve alrededor de nosotros cada minuto, y se perpetúa por largas horas de nuestras vidas. No nos damos cuenta que estamos como con un “piloto automático” activado durante bastante tiempo de nuestras vidas. Y a la vez, poco tiempo tenemos para construir nuestras expectativas, sueños, anhelos, los que se alejan más, arrastrados fuera de nuestro alcance.
La rutina es destructora. Destruye la esperanza y la oportunidad para el cambio. Nos impide ver la verdad y corta el contacto con nuestras metas e ideales. La rutina es uno de los factores que nos impide crecer.
Por lo tanto, necesitamos una “fórmula”, un plan, una estrategia para salir de la rutina. Éstos son algunos consejos:
1.- En principio, tomar conciencia del asunto.
2.- Inmediatamente, ir cambiando nuestros hábitos: de menos a más.
3.- Mantener en nuestras mentes, en nuestros corazones, y sobre todo en nuestro espíritu, encendida la llama de la pasión, es decir, apasionarnos por aquello que realmente queremos alcanzar. Nuestros mayores anhelos.
En suma, amigos, si queréis ver cambios en un mundo rutinario por uno diferente o innovador, cabe recordar a Mahatma Gandhi, quien dijo: "Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo".
(Correspondencia personal de Fabiola Cespedes.)
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